1.2 El sustantivo y el artículo
Clasificación de los sustantivos
Dentro de la clase de los sustantivos se reconoce un gran número de subclases.
La principal clasificación divide a los sustantivos en propios y comunes, según la extensión del significado de lo nombrado. A su vez, los comunes se subdividen, siguiendo diversos criterios, en individuales o colectivos, simples o compuestos, primitivos o derivados y concretos o abstractos. Incluimos otra subclasificación contemplada por las Academias en la Nueva gramática, pero solo con el interés de que se conozca: la de los sustantivos contables o no contables.
Los sustantivos propios (o nombres propios) particularizan el objeto que designan de entre los otros de su misma clase, ya sean personas o personajes literarios, animales, objetos, territorios, establecimientos, instituciones, hechos históricos, accidentes geográficos, etc.: Elisa, Hamlet, Rocinante, Titanic, Latinoamérica, Atlántico, Orinoco, Museo Nacional, Real Academia Española, Protesta de Baraguá, Santiago de Cuba, Bogotá, Plaza de la Revolución…
Obsérvese que se escriben siempre con letra inicial mayúscula y que rechazan el artículo, a menos que lo tengan incorporado a la propia realidad que nombran: Los Andes, El Salvador, La Habana, El Cairo. Se incluyen entre los sustantivos propios los hipocorísticos (Pepe, Lupe, Pancho, Lola), los apellidos (Sánchez, Rodríguez, Bolívar), los epítetos (Titán de Bronce, Guerrillero Heróico), los sobrenombres (Bola de Nieve, Cantinflas) y los apodos (Yeyo, Momy).
Los sustantivos comunes nombran objetos pertenecientes a la misma clase sin particularizarlos: libro, palmar, amiga, edificación, alegría. Como se dijo antes, entre los sustantivos comunes aparecen varias subclasificaciones.
Individuales / colectivos
Son individuales los que designan un objeto de la especie: estudiante, palma, árbol, perro, lápiz, barco, casa, soldado…
Son colectivos los que, escribiéndose en singular, nombran un conjunto de la misma especie: grupo, palmar, arboleda, jauría, manada, flota (conjunto de barcos), caserío, pelotón, compañía (de soldados).
Simples / compuestos
- Son simples los sustantivos en cuya constitución figura una sola base léxica: calle, ojo, vida…
- Son compuestos, aquellos que presentan en su estructura más de una base léxica, que pueden provenir de diferentes clases de palabras:
bocacalle (sustantivos boca + calle),
anteojos (preposición ante + sustantivo ojos),
bienvenida (adverbio bien + participio sustantivado venida),
salvavidas (verbo salva + sustantivo vidas)…
Además de estos, que pudiéramos considerar clásicos o tradicionales, las Academias incorporan a los sustantivos compuestos las locuciones nominales que, escribiéndose en palabras separadas, guardan un significado unitario y, por tanto, constituyen una sola pieza léxica por ser una unidad denominativa: cocina comedor, villa miseria, mesa redonda.
Primitivos / derivados
Son primitivos los sustantivos que no proceden de ninguno otro de la lengua, aun cuando tengan un origen remoto en otro idioma (como el latín o el griego) y en cuya estructura no aparecen prefijos ni sufijos: tierra, honra, caballo, pluma…
Son derivados los que proceden de una palabra que ya existe en el idioma, y que incorporan a su estructura morfemas derivativos (prefijos y/o sufijos) para indicar la derivación: terreno, deshonra, caballero, plumaje, ojera, trasfondo, bimestre… Conviene subrayar que las palabras prefijadas (en los ejemplos anteriores: deshonra, trasfondo, bimestre…) son derivadas y no compuestas.
Como habrá podido apreciarse, el significado de los sustantivos derivados siempre guarda relación semántica con el de la palabra de la que proceden (tierra, honra, caballo, pluma, ojo, fondo, mes).
Utilizando la derivación como procedimiento, han ingresado a la lengua numerosos sustantivos abstractos provenientes de adjetivos y de verbos. He aquí algunos ejemplos:
Del adjetivo grande: grandeza, grandiosidad, agrandamiento |
Del adjetivo viejo: vejez, envejecimiento |
Del verbo recibir: recibimiento, recepción |
Del verbo llegar: llegada |
Conviene considerar aquí la parasíntesis. Se consideran parasintéticos aquellos sustantivos que combinan en su forma procedimientos de composición y de derivación. Por ejemplo, el sustantivo pordiosero está formado por la preposición por + el sustantivo dios + el sufijo derivativo ero; sin embargo, la base léxica dios no aparece nunca en la lengua combinada con ese sufijo.. Otros ejemplos de sustantivos parasintéticos son picapedrero, quinceañera y sietemesino.
Concretos / abstractos
- Son concretos aquellos sustantivos que designan objetos materiales, individuales, con existencia independiente, y que pueden ser percibidos por vía de los sentidos: muchacho, amigo, viento, sol, martillo…
- Son abstractos los que designan realidades perceptibles solo por medio de la inteligencia o por vía intelectual. Suelen identificarse por la presencia de determinados sufijos que se unen a la base léxica y la configuran con una peculiar terminación: niñez, amistad, alegría, proporción, dulzura, abundancia, alabanza, juventud…
Esta clasificación, no obstante, resulta bastante polémica, toda vez que en muchas ocasiones no quedan claramente definidos los límites entre las dos clases, y muchos sustantivos considerados dentro del paradigma de los concretos se hacen abstractos por efectos del contexto de comunicación en que se usan. Véanse estos ejemplos:
El perro es el mejor amigo del hombre. |
El perro le ladró al hombre que te acompañaba. |
No cabe duda de que en el contexto de la primera oración los sustantivos perro y hombre son concretos, pues se refieren –y así se perciben- a dos entidades específicas, individuales, corpóreas: un perro y un hombre determinados; sin embargo, en el contexto de la segunda las ideas de perro y de hombre son generalizaciones de los conceptos perro y hombre vistos en su esencia. Han pasado a convertirse en sustantivos abstractos. De todo ello puede inferirse que solo tomando en cuenta el contexto y la idea que se comunica podrá determinarse el carácter concreto o abstracto de un sustantivo.
Contables / no contables
Como antes se dijo, esta subclase solo se presenta por el interés de su conocimiento.
- Son contables los sustantivos que nombran entidades que se pueden enumerar (árbol, invierno, apartamento, taza, montaña…) y, por tanto, susceptibles de admitir la modificación de pronombres numerales (un árbol, el tercer invierno, cinco tazas…)
- Son no contables los que se refieren a entidades que, si bien se pueden medir o pesar, no se pueden enumerar (agua, café, felicidad, sangre, polvo, ambición, altura, leche, sospecha, brillo…). Estos sustantivos rechazan la presencia de pronombres numerales (imposible decir tres aguas, cuatro polvos, tercera felicidad), no así la de otras clases de pronombres (poca altura, mucho brillo, tanta sangre, esta felicidad, mi sospecha…).
En expresiones como tres cafés, ha quedado sobrentendida la palabra que designa el recipiente contentivo del líquido (tres tazas de café). De igual modo, una toma de leche debe interpretarse como una succión, un pomo, un vaso… En otras expresiones como “media jeringuilla de sangre”, “una pizca de sal”, o “cuatro gramos de bicarbonato”, los pronombres numerales media, una y cuatro modifican a jeringuilla, pizca y gramos respectivamente, todos ellos sustantivos contables.
La clasificación de los sustantivos en propios y comunes es siempre excluyente, no así las subclasificaciones de los sustantivos comunes. Por ejemplo:
Miramar (barrio habanero) es propio |
relojero: común, concreto, contable, individual, simple, derivado |
pormenor: común, abstracto, no contable, individual, simple, primitivo |
conclusión: común, abstracto, contable, individual, simple, derivado |
tiovivo: común, concreto, contable, individual, compuesto, primitivo |
picapedrero: común, concreto, contable, individual, parasintético |
arboleda: común, concreto, contable, colectivo, simple, derivado |
Tipologías de sustantivos
Comunes |
Propios |
Abstratos |
Concretos |
Objetos pertenecientes de la misma clase sin particularizarlos |
Particularizan el objeto que designan de entre los otros de su misma clase (personas,animales, objetos, territorios) |
Realidades perceptibles solo por la inteligencia o por vía intelectual. Suelen tener sufijos que se unen a la base léxica y la configuran con una particularidad |
Designan objetos materiales, individuales, con existencia independiente |
libro |
Elisa |
niñez |
muchacho |
palmar |
Rocinante |
amistad |
amigo |
amigo |
Orinoco |
alegría |
viento |
edificación |
Santiago de Cuba |
proporción |
sol |
alegría |
Real Academia Española |
dulzura |
martillo |
Individuales | Colectivos | Contables | No contables |
Designan un objeto de la especie | Los que, escribiéndose en singular, nombran un conjunto de la misma especie | Nombran entidades que se pueden enumerar | Entidades que, si bien se pueden medir o pesar, no se pueden enumerar |
estudiante | grupo | árbol | agua |
árbol | arboleda | apartamento | café |
palma | palmar |
billete | leche |
perro | jauría | invierno | felicidad |
barco | conjunto de barcos | cuchara | ambición |
soldado | compañía | libro | sospecha |
casa | caserío | montaña… | brillo |
Primitivos | Derivados | Compuestos | Simples |
No proceden de ninguno otro de la lengua, aun cuando tengan un origen remoto en otro idioma, en su estructura no aparecen prefijos ni sufijos |
Proceden de una palabra que ya existe en el idioma, y que incorporan a su estructura morfemas derivativos (prefijos y/o sufijos) para indicar la derivación | Presentan en su estructura más de una base léxica, que pueden provenir de diferentes clases de palabras | En cuya constitución figura una sola base léxica |
tierra | terreno | anteojos | calle |
honra | deshonra | bienvenida | ojo |
caballo | caballero | salvavidas | vida |
pluma | plumaje | bocacalle | mesa |