Sumario 2. 2. El ciclo de reducción de desastres y sus particularidades ante eventos metodológicos extremos.

Esta parte de la unidad temática constituye en realidad todo un tema por su contenido y por la complejidad. No obstante, se ha concebido de modo que el estudiante del curso a distancia pueda asimilar correctamente lo esencial del mundo de la reducción de desastres de todo tipo, en lo que el pueblo cubano tiene ya casi 60 años de experiencias.

Por otra parte, la legislación actual que rige la reducción de desastres en el país, ha tenido en cuenta las vivencias de esas seis décadas de lucha contra los desastres, y la rica experiencia internacional existente en este campo, por lo que se ha mejorado considerablemente permitiendo una mayor eficacia de toda la sociedad en la prevención, enfrentamiento y recuperación con relación a cualquier tipo de desastres, y en particular los desastres naturales.

 

 

Comencemos entonces por el tratamiento de los conceptos básicos.

 

Desastres: Generalmente se denomina así a un acontecimiento o serie de sucesos de gran magnitud, que afectan gravemente las estructuras básicas y el funcionamiento normal de una sociedad, comunidad o territorio,  ocasionando víctimas y daños o pérdidas de bienes materiales, infraestructura, servicios esenciales o medios de sustento a escala o dimensión más allá de la capacidad normal de las comunidades o instituciones afectadas para enfrentarlas sin ayuda.

Es una situación catastrófica en que los patrones normales de vida han sido interrumpidos y se requieren intervenciones extraordinarias de emergencia para salvar y preservar vidas humanas, sus medios de sustento, los recursos económicos y el medio ambiente.

Puede considerarse como el resultado o manifestación del impacto de uno o diversos peligros de desastre sobre uno o varios elementos vulnerables a ellos.

En los riesgos, amenazas y agresiones posibles   que afectan la Seguridad Nacional cubana, se debe incluir el “Cambio Climático”.

Los principales factores que contribuyen grandemente a que un fenómeno llegue a constituir un desastre en una población o sociedad.

La pobreza (es el principal) 

Crecimiento de la pobreza

Urbanización rápida

Transiciones en prácticas culturales

Degradación ambiental

Falta de conocimiento o información

Guerra y conflictos civiles

La planificación, organización y realización de las medidas de protección de la población y los sectores económicos ante situaciones de desastres, tendrá en cuenta los peligros de desastres que potencialmente pueden afectar al país, los que han sido clasificados atendiendo a su origen y por la posibilidad de sus pronósticos.

 

Reducción de desastres: Finalidad u objetivo de lograr evitar o disminuir el impacto y las consecuencias de los desastres en la sociedad y su desarrollo. Influye sobre el ciclo de actividades preventivas, de preparación, respuesta y recuperación, establecido con el fin de proteger a la población y la economía de los efectos destructivos de los desastres, empleando las herramientas de la gestión de riesgos de desastres.

 

Manejo de desastre: Es un término colectivo, que en su enfoque sistémico abarca todos los aspectos de planificación para la reducción de los desastres, incluidas las actividades previas y posteriores al desastre, se refiere al control de riesgos y a las consecuencias de los desastres. Internacionalmente se ha venido empleando el término “manejo de desastres”   para referirse al total de actividades de distinta índole que se desarrollan con el objetivo de lograr la reducción de los desastres y que incluye las actividades de prevención y  preparativos, respuesta, rehabilitación y reconstrucción.

 

 

 

Clasificación de los tipos de desastres

 

Por su origen se clasifican en naturales, tecnológicos, sanitarios y los sociales.

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Desastres Naturales: Son desastres no atribuibles a la mano del hombre, ocasionado por peligros o amenazas geológicas o climáticas. Son los que han causado y causan las  mayores pérdidas humanas y daños en todo el mundo. Dentro de esta categoría se inscriben los ciclones tropicales, intensas  lluvias, penetraciones del mar, sismos, intensas sequías,  etc.,

Principales causales:

Ciclones tropicales, intensas lluvias, tormentas locales severas, penetraciones del mar, deslizamientos de tierra, sismos, intensas sequías e incendios en áreas rurales.

 

Desastres de origen tecnológico, como su nombre indica, están directamente relacionados con la actuación del hombre en la realización de distintos procesos tecnológicos con determinado grado de peligro.

Existen diversas premisas que los pueden originar,  pero por su incidencia en la economía, sus probables afectaciones a la vida humana y el perfil de este manual, solo se relacionaran los principales desastres de este tipo.

Son sucesos que interrumpe la vida normal con alerta previa o no, que causa o amenaza con originar muertos, heridos, contaminados o necesidad de evacuación de un número importante de personas.

 

Producen graves afectaciones económicas, y ocasionan la contaminación de objetos o territorios requiriendo acciones de emergencia mediante procedimientos normales o de medidas especiales. Dentro de esta categoría se inscriben  los desastres químicos y nucleares, así como grandes accidentes industriales y de la transportación aérea, marítima y ferroviaria, derrames de hidrocarburos y otros.

Entre los peligros tecnológicos que pueden afectar a nuestro país se consideran como los más importantes:

El derrame de hidrocarburos, fundamentalmente por los daños ambientales que puede ocasionar.

La contaminación radiactiva transfronteriza.

 

Principales causales:

Accidentes catastróficos del transporte, (marítimos, aéreos y terrestres), accidentes con sustancias peligrosas, explosiones de gran magnitud, derrames de hidrocarburos, incendios de grandes proporciones en instalaciones industriales y edificaciones sociales, derrumbes de edificaciones, ruptura de obras hidráulicas.

 

Sanitarios: Son enfermedades que interrumpe la vida normal de la sociedad que pueden causar epidemias, epizootias, epifitas y plagas cuarentenarias que provocan la pérdida de vidas humanas, grandes cantidades de afectados y pérdidas de recursos de la economía  del país, e incluso dañar el medio ambiente.

Principales causales:

 

Enfermedades que pueden originar epidemias, epizootias, epifitas  y  plagas cuarentenarias.

 

Desastres de carácter social: Estos pueden ser desórdenes públicos o  manifestaciones callejeras de grupos antisociales, de mercenarios al servicio del imperialismo norteamericano o de desafectos a la Revolución.

Principales causales: Pueden producirse como resultado de  la actividad enemiga o de situaciones internas de descontrol por parte de las autoridades o de un mal trabajo con las masas populares.

 

El ciclo de reducción de desastres y sus particularidades

 

La reducción de desastres tiene como finalidad evitar o disminuir el impacto de los desastres y sus consecuencias en la sociedad y en su desarrollo. De tal modo para la planificación de las medidas de protección y los recursos económicos ante situaciones de desastres, se prevén actividades relacionadas con la prevención, los preparativos, la respuesta y la recuperación para cada uno de los peligros apreciados. Estas son las etapas del denominado ciclo de reducción de desastres.

 

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De manera muy somera le ofrecemos al estudiante los aspectos esenciales de cada una de esas etapas.

 

a) La prevención: Se realiza permanentemente y constituye la etapa más eficaz de la reducción de los desastres, incluyendo medidas relacionadas con la reducción de la vulnerabilidad, el fortalecimiento de los sistemas de vigilancia y pronóstico, así como el cumplimiento de los  requisitos impuestos a las inversiones que se deben realizar, en la etapa de proyecto durante proceso de compatibilización del desarrollo económico y social con los intereses de la defensa civil. En el caso de las situaciones de desastres de origen tecnológico se incluye el incremento de las medidas de seguridad y en las de origen sanitario las medidas de bioseguridad en instalaciones de crianza y desarrollo de las especies. La divulgación de las medidas de defensa civil constituye también una importante medida preventiva.

 

Acciones que integran la etapa de prevención de desastres:

  • Estimación del riesgo.
  • Gestión de la reducción del riesgo.
  • Compatibilización del desarrollo económico y social del país con los intereses de la Defensa Civil.
  •  Cumplimiento de la poda y tala de árboles y el mantenimiento y limpieza de ríos zanjas y canales.
  • Otras medidas de importancia son:

Reducir la vulnerabilidad de la sociedad

Reducir el nivel de exposición de la sociedad con adecuada planificación del uso del suelo

Evitar que los recursos naturales se transformen en amenazas por inadecuada explotación

Prever el riesgo futuro mediante un efectivo proceso de compatibilización del desarrollo económico social con los intereses de la defensa civil.

 

b) Los preparativos: Medidas y acciones que aseguran una respuesta óptima e incluye la elaboración de las decisiones y planes de reducción de desastres y su actualización, así como la preparación de todas las categorías de personal. Comprende además las actividades que se desarrollan  antes del impacto de un peligro, con el objetivo de reducir sus daños.

 

Acciones que integran la etapa de preparativos para la respuesta y la recuperación:

  • Elaboración, actualización  y aprobación de la documentación para la reducción de desastres.
  • Sistemas de vigilancia y Alerta Temprana.
  •  Organización  de la información a la población y la divulgación de las medidas de reducción de desastres.
  • Organización  territorial del aseguramiento de las comunicaciones.
  • Empleo de los proyectos de cooperación internacional

 

 

c) La respuesta: Medidas y acciones que comienzan cuando es inminente el impacto de un peligro potencialmente destructivo o cuando éste ocurre. Se define como el ejercicio de la dirección y el mando para la conducción de las acciones, sobre la base de las decisiones y los planes de reducción de desastres aprobados en cada instancia. Se planifica teniendo en cuenta el establecimiento de las fases previstas para cada peligro de desastre.

 

d)La recuperación: Medidas y acciones que comienzan cuando se aprecia que el peligro ha dejado de afectar al territorio y no representa una amenaza para el mismo o esté controlada la situación que originó la respuesta. Incluye dos etapas, la rehabilitación y la reconstrucción. La rehabilitación estará dirigida al restablecimiento de los servicios más importantes, entre ellos, el abastecimiento de agua, elaboración de alimentos, asistencia médica y el suministro de energía eléctrica.

Comprende además, el proceso de evaluación de daños y la atención a los damnificados. La reconstrucción se encaminará a la construcción y recuperación de edificaciones e instalaciones de todo tipo y de la infraestructura. El tiempo de su duración estará en correspondencia con la magnitud de las pérdidas y daños ocurridos, así como de las posibilidades económicas del país para restablecerse, lo cual debe conjugarse con la habilidad y el aseguramiento con recursos propios de los organismos y territorios.

En tal sentido, se organizará todo lo concerniente a los procedimientos para la determinación de los daños y su valoración, así como del sistema informativo, los cuales serán objeto de cumplimiento por los órganos y organismos estatales, las entidades económicas e instituciones sociales.

 

En todas esas etapas se desarrollan dos grupos de medidas fundamentales: las dirigidas a la protección de la población y las destinadas a la protección de los recursos económicos y otros.

 

Las medidas para la protección de la población, según nuestro concepto, tienen una connotación muy amplia e incluyen todas las actividades, acciones y procedimientos de protección en cualquiera de las etapas del ciclo de la reducción o manejo de los desastres y no sólo las de la respuesta.

 

Las medidas de protección se cumplen antes, durante y después de las situaciones de desastres y en ellas debe participar toda la sociedad independientemente de la posición que se ocupe en ella, siendo mayor y más intensa la participación en dependencia de este factor.

 

 

Prevención de desastres: Medidas que forman parte del proceso de reducción de desastres, en particular, de la gestión de riesgos de desastres, y que deben realizarse en una etapa temprana del proceso inversionista y del planeamiento del desarrollo económico y social en general, con el fin de evitar que se produzcan daños y pérdidas que conlleven a situaciones potenciales de desastre lo que se debe lograr mediante la eliminación del riesgo.  Se canaliza mediante programas y políticas a largo plazo para prevenir o eliminar los efectos de la ocurrencia de los desastres, reflejándose en las esferas jurídicas (legislativa), de planificación física, de obras públicas, de arquitectura y de investigación científico-técnica.

 

Acciones para la  prevención de desastres

Estimación del riesgo.

 

Los estudios de riesgos de desastres a nivel territorial e institucional son organizados y dirigidos por el Grupo de peligro, vulnerabilidad y riesgos (Grupo PVR) de la Agencia de Medio Ambiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, con la participación de especialistas de instituciones científicas del país, de conjunto con el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, mediante la elaboración de las metodologías correspondientes para su realización. La determinación del riesgo constituye la base de la organización del proceso de reducción de desastres en todos los niveles e instancias.

Los estudios de riesgos de desastres de las entidades serán realizados por las instituciones  cuyo objeto social corresponda y estén acreditadas por el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil para este propósito, a partir de la Guía elaborada por este Órgano.

En los estudios de riesgos de desastres de las instalaciones que pueden provocar accidentes mayores, se tendrán en cuenta los Informes de Seguridad Industrial que realizan las instituciones del CITMA, cuyas medidas técnicas, se incluirán en el Plan de Reducción de Desastres.

 

Gestión de la reducción del riesgo.

La gestión de la reducción del riesgo es una obligación estatal de los órganos y organismos estatales, entidades económicas e instituciones sociales, en la que participan autoridades, proyectistas, inversionistas, constructores, funcionarios de las direcciones y delegaciones provinciales (municipales).

La reducción del riesgo es un proceso y un producto en el ámbito del desarrollo sostenible y se gestiona mediante las siguientes acciones:

Reduciendo la vulnerabilidad de la sociedad en sus diferentes dimensiones: física, social, económica, organizacional  y ambiental.

Reduciendo el nivel de exposición de la sociedad mediante una adecuada planificación del uso del suelo, en correspondencia con los estudios de riesgo realizados.

Evitando que los recursos naturales se transformen en amenazas socio-naturales, mediante procesos de degradación del  medio ambiente o por una inadecuada explotación por el hombre.

Previendo el riesgo futuro y controlando normativamente su incremento, mediante un efectivo proceso de compatibilización del desarrollo económico- social del territorio con los intereses de la Defensa Civil.

Para facilitar la gestión de la reducción del riesgo, se crean los centros de Gestión para la Reducción de Riesgos (CGRR), con el objeto social de controlar la disminución  de las vulnerabilidades y cualquier transformación que influya en la disminución del peligro. La organización, funcionamiento y equipamiento de estos centros se realiza de acuerdo a la Metodología que elabore el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil.

Compatibilización del desarrollo económico y  social del país  con los intereses de la Defensa Civil

 

El proceso de  compatibilización del desarrollo económico y social con los intereses de la DC aporta una gestión importante en la prevención de desastres. Considerada como la forma más económica de la reducción de desastres, ya que por muy efectivas que sean el enfrentamiento y la recuperación, resultarán siempre mucho más costosas, tanto por las afectaciones que puedan ocasionar a la población como por el gasto de recursos materiales.

Este proceso se rige por lo establecido en la legislación vigente y garantiza el control del riesgo futuro, mediante la presentación a consulta de los planes de desarrollo del país y todas las inversiones que se realicen en el territorio.

Los órganos y organismos estatales están en la obligación de presentar los planes de desarrollo y sus proyectos de inversiones a los órganos de la Defensa Civil, de acuerdo al nivel que corresponda, a cumplir con las normas estatales de construcción y de ordenamiento territorial y a controlar sistemáticamente el cumplimiento de los requerimientos impuestos durante el proceso.

 

Cumplimiento de la poda y tala de árboles y el mantenimiento y limpieza de ríos zanjas y canales.

Las brigadas de áreas verdes de los servicios comunales ejecutan las acciones de la poda y tala de árboles, fundamentalmente en áreas urbanas,   de acuerdo a las prioridades planificadas por los consejos de la Administración provinciales y municipales, sobre todo la que va dirigida a reducir el peligro que representan algunos árboles para las edificaciones y las redes de transmisión eléctrica y de comunicaciones.

Los consejos de la Administración municipales, de conjunto el Servicio Forestal del Ministerio de la Agricultura, los inspectores de Comunales y los directivos de las empresas Eléctrica y de telecomunicaciones controlan la aplicación de las normas técnicas establecidas para esta actividad. 

Es necesario además determinar las especies que se deben sembrar en las ciudades, en especial en las capitales provinciales.

Las actividades de mantenimiento y limpieza de zanjas, canales, arroyos y ríos en zonas urbanas contribuyen a reducir los riesgos de inundaciones en  ciudades y poblados. Esta actividad es ejecutada por brigadas de saneamiento, subordinadas a las empresas de Acueducto y Alcantarillado de cada municipio, y deben contar con el apoyo de otros organismos del territorio para la realización de trabajos de mayor envergadura. Las delegaciones provinciales de Recursos Hidráulicos, mediante el órgano de inspección Estatal, controlan y exigen responsabilidad por el mantenimiento de zanjas, canales, arroyos y ríos, incluyendo las atendidas por otros organismos. 

El mantenimiento y reparación de los canales es imprescindible para evitar inundaciones durante las grandes avenidas asociadas a eventos lluviosos extremos, por lo que los organismos responsables de su operación, deben planificar las   acciones que eviten su deterioro y garanticen su correcto funcionamiento.

Preparativos para el enfrentamiento a los desastres:  Son las actividades de organización que aseguran, ante la inminencia u ocurrencia de una situación de desastre, los sistemas apropiados, el procedimiento;  y que los recursos estén en el momento oportuno y en el lugar necesario para prestar ayuda a los afectados, a fin de disminuir al máximo los efectos adversos de un peligro mediante acciones de carácter preventivo, al mismo tiempo que contar con una organización apropiada y los suministros de materiales de emergencia después del impacto de un desastre.

Es una actividad pre-desastre que incluye los siguientes aspectos principales:

  • Creación y perfeccionamiento de la base legal y el sistema de dirección para casos de desastres
  • . Planificación adecuada para las diferentes situaciones de desastres
  • . . Creación y funcionamiento de un Sistema de Alerta Temprana
  • .  Aseguramientos o base logística para la respuesta a los desastres
  • . Creación y perfeccionamiento de un sistema de aviso y comunicaciones
  • .  Organización de las actividades de respuesta (enfrentamiento) a las diferentes situaciones de desastres
  • .   Educación (capacitación, preparación) y entrenamiento.
  • .   Otras actividades de organización.

  • Enfrentamiento a los desastres: Se considera como tal la suma total de las actividades realizadas por el pueblo y sus instituciones y fuerzas, dirigida por el Gobierno en las distintas instancias, para hacer frente a situaciones potenciales de desastre. Incluye el ejercicio de la dirección y de la realización de operaciones de emergencia, la seguridad y los aseguramientos para su realización; el aviso, la búsqueda, rescate y salvamento de los afectados; la realización de los trabajos de reparación urgente de averías; la preservación de los bienes personales de la población y de los recursos económicos; la evacuación y refugio de la población; el traslado a lugares seguros de los animales; la asistencia médico-sanitaria a los heridos y afectados; la ayuda de emergencia a los damnificados; la orientación a la población acerca de las normas de conducta a mantener en la situación dada y un buen manejo de la información; la extinción de incendios, el mantenimiento del orden público y el control de la vialidad del tránsito, así como la determinación inmediata y evaluación preliminar de las pérdidas a medida que se produzcan. Es conocida internacionalmente como respuesta a los desastres.

 Eventos y plazos para la respuesta a situaciones de desastres

Durante la respuesta a los eventos se establecen las fases Informativa, Alerta y Alarma, con el objetivo de ejecutar las medidas de protección de la población y la economía  de forma gradual y oportuna. Los plazos y criterios para el establecimiento de estas fases dependen del tipo y las características  de los eventos.

 Las Fases para la adopción  escalonada de medidas Respuesta y  son:

Fase Aviso: Se establece cuando las condiciones permitan elaborar un aviso de alerta temprana con más de 72 horas, con el objetivo de que los órganos de dirección de los territorios que se determinen incrementen su atención sobre la evolución del evento.

Fase Informativa: Se establece cuando se calcule que los vientos con fuerza de tormenta tropical afectarán al territorio en un plazo entre 36 y 72 horas para depresiones y tormentas tropicales, entre 48 y 72 horas para huracanes categorías 1 y 2 y entre 60 y 72 horas para huracanes de gran intensidad.

Fase de Alerta: Se establece cuando se calcule que los vientos con fuerza de tormenta tropical afectarán al territorio en un plazo entre 18 y 36 horas para depresiones y tormentas tropicales, entre 24 y 48 horas para huracanes categorías 1 y 2 y entre 36 y 60  horas para huracanes de gran intensidad.

La fase de alerta puede establecerse en dos niveles:

Nivel 1 para los territorios que se encuentren en la zona de mayor probabilidad de afectación dentro del cono de trayectoria, considerando la zona delimitada desde el centro hasta el límite del alcance de los vientos con fuerza de huracán.

Nivel 2 para los territorios que se encuentren en la zona de menor probabilidad de afectación dentro del cono de trayectoria, considerando la zona delimitada desde el centro hasta el límite del alcance de los vientos con fuerza de huracán.

Fase de Alarma: Se establece cuando se calcule que los vientos con fuerza de tormenta tropical afectarán al territorio en un plazo entre 6 y 18 horas para depresiones y tormentas tropicales, entre 12 y 24 horas para huracanes categorías 1 y 2 y entre 18 y 36  horas para huracanes de gran intensidad.

Esta fase sólo se establecerá en los territorios que serán afectados directamente por los vientos asociados  al centro del huracán.

El Centro de Dirección del Consejo de Defensa Nacional para Situaciones de Desastres emite disposiciones a los órganos de dirección de las provincias para dar a conocer el establecimiento de las fases y las medidas que deben cumplirse, de acuerdo con la apreciación de la situación y notas informativas a públicas a través de los medios de comunicación masiva, sobre la base de los avisos que emita el Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología.

Para sismos  y maremotos

Fase de alerta: Se establece ante la ocurrencia de sismos premonitores u otra situación anormal que detecte el Sistema Sismológico Nacional, la cual será comunicada de inmediato al Jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil y al Jefe del Ejército.

Fase de Alarma: Se establece al ocurrir un evento sísmico de gran intensidad en cualquier parte del territorio nacional.

Cuando se detecte un sismo que pueda generar un maremoto que afecte el país, el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil avisa de inmediato y directamente, a los dirigentes de las localidades amenazadas para que adopten las medidas de protección de la población, planificadas sobre la base de la modelación de esta situación. Paralelamente el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS) trasmite el aviso a las autoridades locales de los territorios con peligros de afectación.

Recuperación: Etapa que comienza cuando ha desaparecido para una comunidad, entidad o institución, territorio o para todo el país, el riesgo a que se encontraba sometida por una situación de desastre. Esta etapa incluye lo que internacionalmente se conoce como etapas de rehabilitación y de reconstrucción.

Rehabilitación:  Se incluye dentro del concepto de recuperación , se le llama comúnmente a las medidas que se adoptan posteriormente y como consecuencia de una situación de desastre, para ayudar a los damnificados en sus esfuerzos para reparar las viviendas con daños parciales; posibilitar el restablecimiento de la infraestructura de salud, electricidad, gas, comunicaciones, abasto de agua y disposición de residuales para facilitar el reinicio del funcionamiento de los servicios básicos, así como desarrollar los trabajos más urgentes que coadyuven al restablecimiento de las actividades económicas.

Tiene como objeto permitir que se reinicien patrones de vida más o menos normales y se considera una fase transitoria entre la ayuda de emergencia que se ofrece durante la respuesta y la reconstrucción

Reconstrucción: Se incluye en el concepto de recuperación. Se denomina así a la construcción o reemplazo permanente de las estructuras físicas gravemente dañadas por la situación de desastre; la restauración total de todos los servicios e infraestructura local y la revitalización de la economía, incluyendo la agropecuaria. Esta etapa debe realizarse integrada en los planes de desarrollo en curso, considerando los riesgos de desastres futuros para considerar la posible reducción de la vulnerabilidad con la incorporación de medidas de prevención y mitigación.

Existe un grupo de premisas o factores que han sido determinantes en los avances obtenidos por el Sistema de Medidas de DC de nuestro país y son las siguientes:

Voluntad política y acertada dirección del Partido y el Gobierno

Organización social de nuestro pueblo hasta la misma base 

Cohesión del pueblo con sus dirigentes y confianza en ellos

Participación activa de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior, así como de las organizaciones de masas y sociales,

Educación, conciencia, y espíritu de lucha del pueblo ante las

        adversidades

Cuidadoso y sistemático trabajo de cohesión y coordinación de todos los factores que participan en la reducción de los desastres

Acertada legislación

Destacado papel de los medios de difusión masiva.

 

       Acciones de los centros educacionales en la reducción de desastres

 

Los centros educacionales en el proceso de reducción de desastres ejecutan diferentes funciones. Entre ellas se encuentran la preparación sobre los desastres, su clasificación, medidas a tomar ante el paso de los que pueden afectar el territorio donde está ubicado el mismo. Sin embargo, con eso no basta para el logro de una cultura en reducción de desastres.

Para lograr los resultados esperados, la evacuación debe responder a varias exigencias, entre ellas; la planificación objetiva, la organización rigurosa, la dirección certera, el aseguramiento oportuno y el control ininterrumpido a la preparación y posteriormente a su desarrollo, esto constituye la esencia fundamental de esta importante medida de protección, cuya evaluación final se obtiene realmente durante el enfrentamiento a las situaciones de  desastres.

 

Considerada la medida de protección de mayor complejidad, no sólo porque involucra a una gran cantidad de personas, sino por las propias características de los evacuados, el momento en que se realiza y por su aseguramiento multilateral, esta acción requiere de una certera y adecuada planificación.

Su planificación y realización debe cumplir los siguientes principios:

Se realizará por  decisión del presidente del Consejo de Defensa Nacional.

Se aplicará en la capital del país y otras grandes ciudades y poblados seleccionados por su importancia política y militar, escogiéndose como destino las zonas rurales de los municipios que puedan brindar una mayor protección a la población.

Se prepara desde tiempo de paz sobre la base de la posible agresión militar contra nuestro país y con la participación activa de los órganos y organismos estatales y las organizaciones políticas, de masas y sociales.

Su ejecución no puede obstaculizar el despliegue movilizativo de las FAR.

El orden de prioridad para su realización en los territorios estará determinado por los peligros a los que esté expuesta la población, los índices de protección y el posible deterioro de las condiciones de vida

Se prioriza la evacuación de los menores de 17 año, embarazadas, impedidos físicos, personal que residan en lugares amenazados y de mayor vulnerabilidad, ante el paso u ocurrencia de los diferentes fenómenos que pueden causar un desastre.

 

La evacuación se planifica en dos modalidades: inducida y concertada:

 

 

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Inducida, que tiene como destino los territorios que han sido predeterminados por las comisiones de evacuación.

 

Concertada, que tiene como destino los lugares de residencia de familiares o amigos seleccionados por las personas a evacuar.

 

Ambas deben ser debidamente conciliadas por los órganos de evacuación-recepción de los territorios que tendrán a su cargo esta misión. Los municipios y zonas de defensa que recepcionan evacuados por la modalidad inducida son determinados por cada consejo de defensa provincial y con el  Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil.

La evacuación comprende tres momentos principales:

a) La organización y actualización permanente del registro de personas a

     evacuar y la preparación de los documentos de identificación.

b) El traslado de los evacuados hacia el destino seleccionado.

c) La inserción de  los evacuados en la vida política, económica y social de

    los   territorios que los reciban.

 

Protección de los recursos económicos y la infraestructura

Tiene como objetivo fundamental reducir el impacto de las situaciones de desastres.

Incluye las siguientes medidas:

Protección de sistemas, objetivos y recursos vitales.

Preservación de las plantas y su producción.

Preservación de la economía animal.

Evacuación de recursos materiales.

Protección de los patrimonios cultural, científico tecnológico y

    financiero.

Rehabilitación de la producción y los servicios.

 

La evacuación según el tipo de desastre

 

No obstante  lo expresado, es conveniente diferenciar la evacuación que se ejecuta ante la ocurrencia de desastres de efectos súbitos y aquellos de efectos progresivos; en el primer caso, la evacuación se realiza de forma urgente bajo fuertes efectos psicológicos que pudieran devenir en pánico, basta que se produzcan las primeras afectaciones o una señal de forma local para que las personas abandonen espontáneamente las áreas de peligro sin necesidad de una dirección inicial de los jefes de la Defensa Civil y por consiguiente, sin un trabajo previo de los órganos de evacuación, esto también condiciona la posibilidad de un regreso espontáneo y descontrolado de la población, pudiéndose mantener latente el peligro y sus consecuencias, por lo que  resulta de vital importancia asumir la  dirección de las acciones en el más breve plazo.

 

En el segundo caso, para una parte considerable de las personas que deben ser evacuadas no está clara la percepción de los peligros, por lo que en ocasiones existe predisposición y resistencia a la evacuación, lo que obliga a un serio y persistente trabajo de los órganos de evacuación.

 

Es recomendable  profundizar un tanto acerca de la clasificación que hemos hecho de los desastres. Nombramos desastres de efectos súbitos a los que se originan por los fenómenos naturales de difíciles pronósticos, accidentes químicos, radiológicos, con explosivos  y accidentes en medios de transporte; estos desastres a pesar de ser originados por causas diferentes  y provocar diferentes consecuencias  tienen como denominador común la sorpresa, el surgimiento y desenlace súbito, que obliga a una respuesta organizada y rápida. En este grupo debe prestarse especial atención a las consecuencias que pueden provocar los sismos de gran intensidad y las caídas de aeronaves.

 

En los desastres de efectos progresivos agrupamos  los  que se pudieran originar como consecuencias de fenómenos naturales cuya formación  y desarrollo se alcanza en un periodo de tiempo prolongado o relativamente prolongado, lo cual permite una respuesta  progresiva, en el caso que nos ocupa ser deben destacar los originados por ciclones tropicales, intensas lluvias e incendios de grandes proporciones en áreas rurales.

 

Debe quedar claro que en ambos casos la evacuación de las personas y de los recursos de los centros educacionales es resultado de un proceso de planificación que  debe responder íntegramente a las exigencias referidas con anterioridad. En el caso de los desastres de efectos súbitos sujetos al factor sorpresa, se debe utilizar un lenguaje claro y conciso, de forma que se conozcan sin espacio a la duda, cuáles son las señales y los plazos para la salida de las áreas afectadas, los lugares  seleccionados para la ubicación de las personas evacuadas y  las normas de comportamiento para cada una de las situaciones que pudieran originarse, por lo que se impone una estrecha interrelación entre las personas que planifican y organizan y las que se prevén evacuar; estos aspectos contribuyen decisivamente para que no se produzca el abandono precipitado de las personas, evitando el desorden, la confusión, la inseguridad y obviamente su estado de indefensión.

 

Evacuación de estudiantes, profesores y del resto de la población personal en  caso de huracanes e intensas lluvias

 

Sin duda alguna, debemos detenernos en la evacuación del personal mencionado en ese caso, la cual constituye la más voluminosa de las concebidas en nuestro país, esto responde a que son los fenómenos de más recurrencia y de mayor peligro para una parte considerable de la población cubana vulnerable a sus efectos destructivos, por consiguiente, merece especial atención reflexionar con  profundidad acerca de la misma.

 

Esta evacuación se ha visto enriquecida por la experiencia de muchos años de trabajo de cuadros, dirigentes, especialistas y por la participación masiva de la población que ha brindado un valioso aporte. Sin embargo en ella concurren dos características a las que se le debe prestar atención; la primera es que se ordena desde el nivel central para un grupo de provincias a las que se les establece fase de alerta, sin perjuicio de que pudiera comenzar antes, a propuesta de algún territorio en particular, debido a condiciones específicas que así lo aconseje; la segunda es que suele contar con un adecuado margen para su  ejecución, desarrollándose en dos  fases, lo cual tiende a crear en los dirigentes que tienen a su cargo la dirección, un sentimiento de confiabilidad, que en ocasiones se constituye en desafío al  peligro.

 

De lo antes expresado se puede concluir que la evacuación en caso de huracanes e intensas lluvias debe responder a varias exigencias, entre ellas:

 

  • Debe ser precedida de una puntualización  de las personas que serán evacuadas, tarea que debe desarrollarse en la fase informativa.
  • La ejecución debe hacerse de día aprovechando las condiciones meteorológicas y de visibilidad más favorables, evitando su realización bajo los efectos directos de estos fenómenos.
  • Debe ser diferenciada teniendo en cuenta las prioridades según  los riesgos.
  • Debe contar con un gran  apoyo movilizativo y persuasivo que trasmita sentimientos de confianza, seguridad y respeto.

 Parámetros para la planificación y organización de la evacuación en caso de huracanes e intensas lluvias.

 

Es menester señalar que  la planificación de la evacuación debe regirse por algunos parámetros que constituyen la base para su organización y ejecución, estos parámetros contienen la estrategia para la dirección de las acciones, de ahí su importancia y su carácter  obligatorio. Entre ellos, pudiéramos citar: 

 

  • La evacuación debe ejecutarse cuando las condiciones meteorológicas aún permitan realizar las acciones con un margen de seguridad y debe hacerse en horas diurnas.
  • La evacuación de la población  debe comenzar en la fase de alerta, para esta fase debe tenerse en cuenta  un plazo de realización que no supere las dieciocho horas, mientras que en la fase de alarma el plazo se reduce a doce horas.
  • Debe establecerse el orden de evacuación por prioridades en correspondencia con la apreciación de riesgo, teniendo en cuenta entre otros aspectos,  las condiciones de inaccesibilidad  de  las vías de comunicaciones y posibilidad de incomunicación,  las áreas de inundaciones más  peligrosas y las edificaciones con mayor riesgo de derrumbe.
  • En la fase de alerta debe ejecutarse el mayor por ciento  de la evacuación, los estudiantes deben ser evacuados en esta fase y debe preverse  para la fase de alarma la menor cantidad de evacuados.
  • Las personas más vulnerables, entre ellas las mujeres embarazadas, los ancianos e impedidos físicos  que su estado de salud lo aconseje deben  ser evacuados hacia instituciones especializadas de salud u otras instalaciones previamente acordadas que reúnan las condiciones necesarias para su estancia y cuidado.

 

  • El transporte designado para trasladar a las personas debe reunir las condiciones técnicas y  de seguridad  necesarias que eviten la ocurrencia de accidentes.

  Plan de reducción de desastres de los centros educacionales

 

Para la elaboración (actualización) de los planes de reducción de desastres se deben tener en cuenta las experiencias acumuladas durante la respuesta a situaciones de desastres, los recursos disponibles, el plan de desarrollo e inversiones y los documentos normativos y metodológicos vigentes.

La organización y planificación de las medidas de prevención dirigidas a la reducción de vulnerabilidades y los aseguramientos multilaterales de las mismas, que se incluyen en el Plan de Reducción de Desastres, debe estar compatibilizada e integrada al sistema de planificación de la economía a corto y mediano plazo.

Para la elaboración (actualización) de los planes de Reducción de Desastres en los territorios, debe atraerse a los grupos multidisciplinarios creados.

Al concluir la actualización de los planes, los principales cambios introducidos en los planes de reducción de desastres se envían al nivel superior, excepto en el nivel de zona de Defensa.

Los centros educacionales en el proceso de reducción de desastres ejecutan diferentes funciones. Entre ellas se encuentran la preparación sobre los desastres, su clasificación, medidas a tomar ante el paso de los que pueden afectar el territorio donde está ubicado el mismo.

 

 

Directiva No 1/ Del Presidente del Consejo de Defensa Nacional para la reducción de desastres. 8 de abril de 2010. Versión digital.


Eventos y plazos para la respuesta a situaciones de desastres

Durante la respuesta a los eventos se establecen las fases Informativa, Alerta y Alarma, con el objetivo de ejecutar las medidas de protección de la población y la economía  de forma gradual y oportuna. Los plazos y criterios para el establecimiento de estas fases dependen del tipo y las características  de los eventos.

 

Las Fases para la adopción  escalonada de medidas Respuesta y  son:

Fase Aviso: Se establece cuando las condiciones permitan elaborar un aviso de alerta temprana con más de 72 horas, con el objetivo de que los órganos de dirección de los territorios que se determinen incrementen su atención sobre la evolución del evento.

Fase Informativa: Se establece cuando se calcule que los vientos con fuerza de tormenta tropical afectarán al territorio en un plazo entre 36 y 72 horas para depresiones y tormentas tropicales, entre 48 y 72 horas para huracanes categorías 1 y 2 y entre 60 y 72 horas para huracanes de gran intensidad.

Fase de Alerta: Se establece cuando se calcule que los vientos con fuerza de tormenta tropical afectarán al territorio en un plazo entre 18 y 36 horas para depresiones y tormentas tropicales, entre 24 y 48 horas para huracanes categorías 1 y 2 y entre 36 y 60  horas para huracanes de gran intensidad.

La fase de alerta puede establecerse en dos niveles:

·        Nivel 1 para los territorios que se encuentren en la zona de mayor probabilidad de afectación dentro del cono de trayectoria, considerando la zona delimitada desde el centro hasta el límite del alcance de los vientos con fuerza de huracán.

·        Nivel 2 para los territorios que se encuentren en la zona de menor probabilidad de afectación dentro del cono de trayectoria, considerando la zona delimitada desde el centro hasta el límite del alcance de los vientos con fuerza de huracán.

Fase de Alarma: Se establece cuando se calcule que los vientos con fuerza de tormenta tropical afectarán al territorio en un plazo entre 6 y 18 horas para depresiones y tormentas tropicales, entre 12 y 24 horas para huracanes categorías 1 y 2 y entre 18 y 36  horas para huracanes de gran intensidad.

Esta fase sólo se establecerá en los territorios que serán afectados directamente por los vientos asociados  al centro del huracán.

El Centro de Dirección del Consejo de Defensa Nacional para Situaciones de Desastres emite disposiciones a los órganos de dirección de las provincias para dar a conocer el establecimiento de las fases y las medidas que deben cumplirse, de acuerdo con la apreciación de la situación y notas informativas a públicas a través de los medios de comunicación masiva, sobre la base de los avisos que emita el Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología.

Para sismos  y maremotos

Fase de alerta: Se establece ante la ocurrencia de sismos premonitores u otra situación anormal que detecte el Sistema Sismológico Nacional, la cual será comunicada de inmediato al Jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil y al Jefe del Ejército.

Fase de Alarma: Se establece al ocurrir un evento sísmico de gran intensidad en cualquier parte del territorio nacional.

Cuando se detecte un sismo que pueda generar un maremoto que afecte el país, el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil avisa de inmediato y directamente, a los dirigentes de las localidades amenazadas para que adopten las medidas de protección de la población, planificadas sobre la base de la modelación de esta situación. Paralelamente el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS) trasmite el aviso a las autoridades locales de los territorios con peligros de afectación.

Recuperación: Etapa que comienza cuando ha desaparecido para una comunidad, entidad o institución, territorio o para todo el país, el riesgo a que se encontraba sometida por una situación de desastre. Esta etapa incluye lo que internacionalmente se conoce como etapas de rehabilitación y de reconstrucción.

Rehabilitación:  Se incluye dentro del concepto de recuperación , se le llama comúnmente a las medidas que se adoptan posteriormente y como consecuencia de una situación de desastre, para ayudar a los damnificados en sus esfuerzos para reparar las viviendas con daños parciales; posibilitar el restablecimiento de la infraestructura de salud, electricidad, gas, comunicaciones, abasto de agua y disposición de residuales para facilitar el reinicio del funcionamiento de los servicios básicos, así como desarrollar los trabajos más urgentes que coadyuven al restablecimiento de las actividades económicas.

Tiene como objeto permitir que se reinicien patrones de vida más o menos normales y se considera una fase transitoria entre la ayuda de emergencia que se ofrece durante la respuesta y la reconstrucción

Reconstrucción: Se incluye en el concepto de recuperación. Se denomina así a la construcción o reemplazo permanente de las estructuras físicas gravemente dañadas por la situación de desastre; la restauración total de todos los servicios e infraestructura local y la revitalización de la economía, incluyendo la agropecuaria. Esta etapa debe realizarse integrada en los planes de desarrollo en curso, considerando los riesgos de desastres futuros para considerar la posible reducción de la vulnerabilidad con la incorporación de medidas de prevención y mitigación.

Existe un grupo de premisas o factores que han sido determinantes en los avances obtenidos por el Sistema de Medidas de DC de nuestro país y son las siguientes:

·        Voluntad política y acertada dirección del Partido y el Gobierno

·        Organización social de nuestro pueblo hasta la misma base 

·        Cohesión del pueblo con sus dirigentes y confianza en ellos

·        Participación activa de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior, así como de las organizaciones de masas y sociales,

·        Educación, conciencia, y espíritu de lucha del pueblo ante las

        adversidades

·        Cuidadoso y sistemático trabajo de cohesión y coordinación de todos los factores que participan en la reducción de los desastres

·        Acertada legislación

·        Destacado papel de los medios de difusión masiva.