Sumario 4. Papel de las carreras pedagógicas en el desarrollo de la cultura de reducción de desastres en los maestros en formación.

Los centros educacionales en el proceso de reducción de desastres ejecutan diferentes funciones. Entre ellas se encuentran la preparación sobre los desastres, su clasificación, medidas a tomar ante el paso de los que pueden afectar el territorio donde está ubicado el mismo. Sin embargo, con eso no basta para el logro de una cultura cumplimentar en reducción de desastres.

Para lograr los resultados esperados, la evacuación debe responder a varias exigencias, entre ellas; la planificación objetiva, la organización rigurosa, la dirección certera, el aseguramiento oportuno y el control ininterrumpido a la preparación y posteriormente a su desarrollo, esto constituye la esencia fundamental de esta importante medida de protección, cuya evaluación final se obtiene realmente durante el enfrentamiento a las situaciones de  desastres.

Considerada la medida de protección de mayor complejidad, no sólo porque involucra a una gran cantidad de personas, sino por las propias características de los evacuados, el momento en que se realiza y por su aseguramiento multilateral, esta acción requiere de una certera y adecuada planificación.

Su planificación y realización debe cumplir los siguientes principios:

Se realizará por  decisión del presidente del Consejo de Defensa Nacional.

Se aplicará en la capital del país y otras grandes ciudades y poblados seleccionados por su importancia política y militar, escogiéndose como destino las zonas rurales de los municipios que puedan brindar una mayor protección a la población.

Se prepara desde tiempo de paz sobre la base de la posible agresión militar contra nuestro país y con la participación activa de los órganos y organismos estatales y las organizaciones políticas, de masas y sociales.

Su ejecución no puede obstaculizar el despliegue movilizativo de las FAR.

El orden de prioridad para su realización en los territorios estará determinado por los peligros a los que esté expuesta la población, los índices de protección y el posible deterioro de las condiciones de vida

Se prioriza la evacuación de los menores de 17 año, embarazadas, impedidos físicos, personal que residan en lugares amenazados y de mayor vulnerabilidad, ante el paso u ocurrencia de los diferentes fenómenos que pueden causar un desastre.

La evacuación se planifica en dos modalidades: inducida y concertada:

Inducida, que tiene como destino los territorios que han sido predeterminados por las comisiones de evacuación.

Concertada, que tiene como destino los lugares de residencia de familiares o amigos seleccionados por las personas a evacuar.

Ambas deben ser debidamente conciliadas por los órganos de evacuación-recepción de los territorios que tendrán a su cargo esta misión. Los municipios y zonas de defensa que recepcionan evacuados por la modalidad inducida son determinados por cada consejo de defensa provincial y con el  Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil.

La evacuación comprende tres momentos principales:

a) La organización y actualización permanente del registro de personas a

     evacuar y la preparación de los documentos de identificación.

b) El traslado de los evacuados hacia el destino seleccionado.

c) La inserción de  los evacuados en la vida política, económica y social de

    los   territorios que los reciban.

Protección de los recursos económicos y la infraestructura

Tiene como objetivo fundamental reducir el impacto de las situaciones de desastres.

Incluye las siguientes medidas:

Ø  Protección de sistemas, objetivos y recursos vitales.

Ø  Preservación de las plantas y su producción.

Ø  Preservación de la economía animal.

Ø  Evacuación de recursos materiales.

Ø  Protección de los patrimonios cultural, científico tecnológico y

    financiero.

Ø  Rehabilitación de la producción y los servicios.

La evacuación según el tipo de desastre

No obstante  lo expresado, es conveniente diferenciar la evacuación que se ejecuta ante la ocurrencia de desastres de efectos súbitos y aquellos de efectos progresivos; en el primer caso, la evacuación se realiza de forma urgente bajo fuertes efectos psicológicos que pudieran devenir en pánico, basta que se produzcan las primeras afectaciones o una señal de forma local para que las personas abandonen espontáneamente las áreas de peligro sin necesidad de una dirección inicial de los jefes de la Defensa Civil y por consiguiente, sin un trabajo previo de los órganos de evacuación, esto también condiciona la posibilidad de un regreso espontáneo y descontrolado de la población, pudiéndose mantener latente el peligro y sus consecuencias, por lo que  resulta de vital importancia asumir la  dirección de las acciones en el más breve plazo.

En el segundo caso, para una parte considerable de las personas que deben ser evacuadas no está clara la percepción de los peligros, por lo que en ocasiones existe predisposición y resistencia a la evacuación, lo que obliga a un serio y persistente trabajo de los órganos de evacuación.

Es recomendable  profundizar un tanto acerca de la clasificación que hemos hecho de los desastres. Nombramos desastres de efectos súbitos a los que se originan por los fenómenos naturales de difíciles pronósticos, accidentes químicos, radiológicos, con explosivos  y accidentes en medios de transporte; estos desastres a pesar de ser originados por causas diferentes  y provocar diferentes consecuencias  tienen como denominador común la sorpresa, el surgimiento y desenlace súbito, que obliga a una respuesta organizada y rápida. En este grupo debe prestarse especial atención a las consecuencias que pueden provocar los sismos de gran intensidad y las caídas de aeronaves.

En los desastres de efectos progresivos agrupamos  los  que se pudieran originar como consecuencias de fenómenos naturales cuya formación  y desarrollo se alcanza en un periodo de tiempo prolongado o relativamente prolongado, lo cual permite una respuesta  progresiva, en el caso que nos ocupa ser deben destacar los originados por ciclones tropicales, intensas lluvias e incendios de grandes proporciones en áreas rurales.

Debe quedar claro que en ambos casos la evacuación de las personas y de los recursos de los centros educacionales es resultado de un proceso de planificación que  debe responder íntegramente a las exigencias referidas con anterioridad. En el caso de los desastres de efectos súbitos sujetos al factor sorpresa, se debe utilizar un lenguaje claro y conciso, de forma que se conozcan sin espacio a la duda, cuáles son las señales y los plazos para la salida de las áreas afectadas, los lugares  seleccionados para la ubicación de las personas evacuadas y  las normas de comportamiento para cada una de las situaciones que pudieran originarse, por lo que se impone una estrecha interrelación entre las personas que planifican y organizan y las que se prevén evacuar; estos aspectos contribuyen decisivamente para que no se produzca el abandono precipitado de las personas, evitando el desorden, la confusión, la inseguridad y obviamente su estado de indefensión.

Evacuación de estudiantes, profesores y del resto de la población personal en  caso de huracanes e intensas lluvias

Sin duda alguna, debemos detenernos en la evacuación del personal mencionado en ese caso, la cual constituye la más voluminosa de las concebidas en nuestro país, esto responde a que son los fenómenos de más recurrencia y de mayor peligro para una parte considerable de la población cubana vulnerable a sus efectos destructivos, por consiguiente, merece especial atención reflexionar con  profundidad acerca de la misma.

Esta evacuación se ha visto enriquecida por la experiencia de muchos años de trabajo de cuadros, dirigentes, especialistas y por la participación masiva de la población que ha brindado un valioso aporte. Sin embargo en ella concurren dos características a las que se le debe prestar atención; la primera es que se ordena desde el nivel central para un grupo de provincias a las que se les establece fase de alerta, sin perjuicio de que pudiera comenzar antes, a propuesta de algún territorio en particular, debido a condiciones específicas que así lo aconseje; la segunda es que suele contar con un adecuado margen para su  ejecución, desarrollándose en dos  fases, lo cual tiende a crear en los dirigentes que tienen a su cargo la dirección, un sentimiento de confiabilidad, que en ocasiones se constituye en desafío al  peligro.

De lo antes expresado se puede concluir que la evacuación en caso de huracanes e intensas lluvias debe responder a varias exigencias, entre ellas:

§  Debe ser precedida de una puntualización  de las personas que serán evacuadas, tarea que debe desarrollarse en la fase informativa.

§  La ejecución debe hacerse de día aprovechando las condiciones meteorológicas y de visibilidad más favorables, evitando su realización bajo los efectos directos de estos fenómenos.

§  Debe ser diferenciada teniendo en cuenta las prioridades según  los riesgos.

§  Debe contar con un gran  apoyo movilizativo y persuasivo que trasmita sentimientos de confianza, seguridad y respeto.

 

Parámetros para la planificación y organización de la evacuación en caso de Huracanes e Intensas Lluvias

Es menester señalar que  la planificación de la evacuación debe regirse por algunos parámetros que constituyen la base para su organización y ejecución, estos parámetros contienen la estrategia para la dirección de las acciones, de ahí su importancia y su carácter  obligatorio. Entre ellos, pudiéramos citar: 

§  La evacuación debe ejecutarse cuando las condiciones meteorológicas aún permitan realizar las acciones con un margen de seguridad y debe hacerse en horas diurnas.

§  La evacuación de la población  debe comenzar en la fase de alerta, para esta fase debe tenerse en cuenta  un plazo de realización que no supere las dieciocho horas, mientras que en la fase de alarma el plazo se reduce a doce horas.

§  Debe establecerse el orden de evacuación por prioridades en correspondencia con la apreciación de riesgo, teniendo en cuenta entre otros aspectos,  las condiciones de inaccesibilidad  de  las vías de comunicaciones y posibilidad de incomunicación,  las áreas de inundaciones más  peligrosas y las edificaciones con mayor riesgo de derrumbe.

§  En la fase de alerta debe ejecutarse el mayor por ciento  de la evacuación, los estudiantes deben ser evacuados en esta fase y debe preverse  para la fase de alarma la menor cantidad de evacuados.

§  Las personas más vulnerables, entre ellas las mujeres embarazadas, los ancianos e impedidos físicos  que su estado de salud lo aconseje deben  ser evacuados hacia instituciones especializadas de salud u otras instalaciones previamente acordadas que reúnan las condiciones necesarias para su estancia y cuidado.

§  El transporte designado para trasladar a las personas debe reunir las condiciones técnicas y  de seguridad  necesarias que eviten la ocurrencia de accidentes.

Plan de reducción de desastres de los centros educacionales

Para la elaboración (actualización) de los planes de reducción de desastres se deben tener en cuenta las experiencias acumuladas durante la respuesta a situaciones de desastres, los recursos disponibles, el plan de desarrollo e inversiones y los documentos normativos y metodológicos vigentes.

La organización y planificación de las medidas de prevención dirigidas a la reducción de vulnerabilidades y los aseguramientos multilaterales de las mismas, que se incluyen en el Plan de Reducción de Desastres, debe estar compatibilizada e integrada al sistema de planificación de la economía a corto y mediano plazo.

Para la elaboración (actualización) de los planes de Reducción de Desastres en los territorios, debe atraerse a los grupos multidisciplinarios creados.

Al concluir la actualización de los planes, los principales cambios introducidos en los planes de reducción de desastres se envían al nivel superior, excepto en el nivel de zona de Defensa.

Las medidas de Defensa Civil relacionadas con la reducción de desastres, requiere de una sistemática, generalizada y diferenciada educación, capacitación, instrucción y superación, que contribuya al logro de una cultura en reducción de desastres, para los diversos peligros apreciados en nuestro país.” [1]

En 1976, según el Dr. C. Reimundo Quesada   Romero, se crea el Ministerio de Educación Superior y con éste  se extiende la red de universidades en Cuba a todas las provincias del País,  incluyéndose la  Preparación de Defensa Civil  en los  Planes  de estudio de las carreras de  la Educación Superior, la que tiene como estrategia principal la formación en el profesional de una cultura que le permita identificar los peligros, los riesgos y la vulnerabilidad  para la  reducción   de los desastres,   para que sea capaz,  de darle solución a las  tareas de la Defensa Civil desde su propio perfil profesional en tiempo de paz y en situaciones excepcionales; por tanto esto forma parte de  su  formación integral,  lo que se refleja  en sus conocimientos, habilidades,  valores, respeto y reconocimiento a nuestra identidad nacional, cuidado del medio ambiente, y la organización del país en la reducción de  los desastres; lo que se expresa además,  con la universalización de la educación superior y el modelo de formación  de la nueva universidad cubana  a todos los municipios del País ,  concepción que adquiere mayor importancia, dados los cambios climáticos y las situaciones de desastres a los que se enfrenta la humanidad”[2] .

Se produce un salto de calidad en la preparación de los estudiantes en las universidades para la reducción de los desastres en la década de los 90' con la incorporación de Cuba al Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales (DIRDN), y con la incorporación del Ministerio de Educación Superior (MES) y otras instituciones académicas, científicas y otros Organismos de la Administración Central del Estado (OACE) al Comité Nacional para la Reducción de los Desastres Naturales de la República de Cuba.

   Aspectos comunes que están  incluidos en todas las carreras.

1.    Papel y objetivos de la Defensa Civil, organización y dirección en tiempo de    paz, en situaciones excepcionales y en caso de desastres.

2.    Misiones de la Defensa Civil, medidas para la protección de la población y la economía; normas de conducta a seguir para su  protección. Papel de la protección especial.

3.    Objetivos y particularidades del sistema de defensa civil. Estabilidad del trabajo en los objetivos económicos.

4.    Direcciones principales de preparación de la defensa civil por categoría del personal, acciones y normas de conducta de carácter general ante situaciones específicas. Consecuencias para el país de algunos tipos de desastres sus características principales, fases que se establecen medidas que se toman. Medidas generales de protección.

5.    Trabajos de rescate y salvamento. Evacuación de la población. Trabajo de reparación urgente de avería.

6.    Objetivos con peligro químico y productos tóxicos. Medidas generales de protección. Tipos de afectación que pueden presentarse, programas de emergencia factible de adoptar. Plan de reducción de desastres de una entidad.

En los temas de Defensa Civil contemplados en el Programa de Seguridad Nacional se incluyen las siguientes temáticas:

§  Concepto de Desastre. Principales factores causales de desastres.

§  Clasificación de los Desastres.

§  Medidas de Defensa Civil en caso de desastres.

§  Etapas y secuencia del manejo de los desastres.

§  Fases que se establecen por tipos de peligros. (en lo fundamental lo relacionados con los ciclones, intensas lluvias, sustancias peligrosas, derrames de hidrocarburos, y las medidas que se deben adoptar en cada una de las etapas).

§  Características generales de los principales tipos de desastres de origen natural, sanitarios y tecnológicos.

§  Principales medidas de protección para contrarrestarlos.

§  Planificación para la reducción de los  desastres.

§  Metodología de la elaboración del Plan de Reducción de Desastres.

§  Fuerzas y medios que existen en el sistema defensivo territorial para combatir los desastres.

Para darle cumplimiento a la estrategia para la formación de los estudiantes en los aspectos de la defensa civil con énfasis en los desastres; esta se expresa en los  elementos sustantivos de la educación superior que son:

a)    La formación académica

b)    La investigación

c)    La extensión

Formación Académica:

En la formación académica de pregrado el diseño curricular de cada carrera  está integrado al perfil profesional, el sistema de conocimiento que le permite  evaluar , diagnosticar , interpretar, fundamentar y ejecutar  las actividades  y acciones en  las diferentes situaciones que se presenten en el campo de su profesión , para ello recibe  contenidos que son comunes a todas las profesiones  y otros propios de su  perfil profesional que constituyen el soporte científico técnico , social y pedagógicos en correspondencia con su modo de actuación , lo que debe reflejarse en la reducción de los desastres, la  protección de la población y la economía,  donde realiza sus actividades en las diferentes situaciones excepcionales o de contingencias; para ello recibe entre otros los siguientes:

La formación académica de nuestros estudiantes y la capacitación de los recursos humanos en materia de reducción de desastres ha buscado resolver los problemas planteados de la siguiente manera:

Ø  Diseño de Programas de Disciplina y Asignaturas que se correspondan con las estrategias internacionales y nacionales de reducción de los desastres, para que  proporcionen una mayor competencia profesional.

Ø  Concepción del diseño de disciplina flexible, capaz de adaptarse a las necesidades regionales y locales que la reducción de desastres impone a una comunidad por los peligros o amenazas en ellas identificados, así como de asimilar nuevos enfoques, concepciones, conocimientos, tecnologías (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones-TIC) y herramientas de utilidad en el manejo de desastres (análisis de riesgos, matrices tridimensionales y otras para la toma de decisiones).

Ø  Diseños de asignatura que requieran el empleo de métodos activos de enseñanza (Estudios de Casos, Simulacros de Gabinete o similares) y prioricen el trabajo independiente de los estudiantes sobre los métodos de enseñanza con predominio de actividades presenciales (uso de herramientas digitales, modalidad de educación a distancia y otras).

Trabajo Investigativo:

Elaboración de proyectos de ciencia e innovación tecnológica  que se encaminen a resolver problemas de la ciencia y la técnica que la reducción de desastres  requiera (análisis de riesgos de presentación de enfermedades emergentes que afecten a los animales y al hombre, emergencias provocadas por sustancias peligrosas e impacto sanitario de los peligros naturales, entre otros) y que su ejecución involucre a profesionales y estudiantes de las profesiones agropecuarias.

Acciones de Extensionismo Universitario:

La universidad debe tener su impacto en la reducción de los desastres, tanto a escala nacional como local, especialmente en la comunidad donde está ubicada o donde los resultados de las investigaciones o de la superación profesional sean aplicados.

El proceso de enseñanza aprendizaje debe brindar entre sus resultados,  profesionales capaces de resolver los problemas de reducción de desastres de determinadas comunidades.

La generalización de resultados de investigación con la vinculación de estudiantes influye en los actores sociales que en una comunidad se involucran a la reducción de desastres, porque incrementan el nivel de percepción de riesgos de desastres en una comunidad, así como el grado de cultura de prevención a alcanzar por esa comunidad.

También la universidad se puede vincular a otros proyectos nacionales o comunitarios educativos, productivos, de capacitación, de protección del medio ambiente o específicos de reducción de desastres.

La Tarea Vida: Plan del Estado para el enfrentamiento al cambio climático está presente en todos los procesos sustantivos de las carreras pedagógicas. En esta se incluyen 10 tareas en las que la UCPEJV desempeña un rol decisivo, especialmente en lo referido a: identificar y acometer acciones y proyectos de adaptación al cambio climático; implementar las normas jurídicas;  participar, en coordinación con las unidades de medioambiente y la dirección forestal territorial, en programas de reforestación en Ciudad Escolar Libertad y otras zonas que así lo necesiten; dotar a la universidad del equipamiento necesario para labores de reforestación, raleo y poda sanitaria de áreas boscosas; orientar investigaciones relacionadas con el enfrentamiento al cambio climático en las carreras, maestrías y doctorados; desarrollar e implementar actividades de educación ambiental sobre, el agua, el bosque, la salud humana, animal y vegetal, así como el comportamiento de la sequía en instituciones educativas de los municipios priorizados; realizar capacitaciones, seminarios, talleres y reuniones técnicas, ciclos de conferencias especializadas, con directivos, docentes, trabajadores, estudiantes y familias sobre el impacto en el agua, el bosque, la salud humana, animal y vegetal, así como la exposición de tóxicos ambientales presentes en sitios contaminados; y, priorizar las medidas y acciones para elevar la percepción del riesgo y aumentar el nivel de conocimiento y el grado de participación de toda la población en el enfrentamiento al cambio climático y una cultura que fomente el ahorro del agua.



[1] Consejo de Defensa Nacional de Cuba. Directiva  No. 1 del Vicepresidente del Consejo de Defensa Nacional para la planificación, organización y preparación del país para las situaciones de desastres: Ciudad de la Habana, Cuba;  2005.

[2] Sistema de Defensa Civil con énfasis en la  reducción de desastres   en los Planes y  programas de estudios  de la Educación Superior en Cuba. Colectivo de autores bajo la dirección del Coronel, Dr.C. Reimundo Quesada Romero.

 


Sobre las acciones de los centros educacionales en la reducción de desastres.

Papel de las carreras pedagógicas para el desarrollo de la cultura de reducción de desastres en los maestros en formación.

Los centros educacionales en el proceso de reducción de desastres ejecutan diferentes funciones. Entre ellas se encuentran la preparación sobre los desastres, su clasificación, medidas a tomar ante el paso de los que pueden afectar el territorio donde está ubicado el mismo. Sin embargo, con eso no basta para el logro de una cultura cumplimentar en reducción de desastres.

Para lograr los resultados esperados, la evacuación debe responder a varias exigencias, entre ellas; la planificación objetiva, la organización rigurosa, la dirección certera, el aseguramiento oportuno y el control ininterrumpido a la preparación y posteriormente a su desarrollo, esto constituye la esencia fundamental de esta importante medida de protección, cuya evaluación final se obtiene realmente durante el enfrentamiento a las situaciones de  desastres.

 

Considerada la medida de protección de mayor complejidad, no sólo porque involucra a una gran cantidad de personas, sino por las propias características de los evacuados, el momento en que se realiza y por su aseguramiento multilateral, esta acción requiere de una certera y adecuada planificación.

Su planificación y realización debe cumplir los siguientes principios:

v  Se realizará por  decisión del presidente del Consejo de Defensa Nacional.

v  Se aplicará en la capital del país y otras grandes ciudades y poblados seleccionados por su importancia política y militar, escogiéndose como destino las zonas rurales de los municipios que puedan brindar una mayor protección a la población.

v  Se prepara desde tiempo de paz sobre la base de la posible agresión militar contra nuestro país y con la participación activa de los órganos y organismos estatales y las organizaciones políticas, de masas y sociales.

v  Su ejecución no puede obstaculizar el despliegue movilizativo de las FAR.

v  El orden de prioridad para su realización en los territorios estará determinado por los peligros a los que esté expuesta la población, los índices de protección y el posible deterioro de las condiciones de vida

v  Se prioriza la evacuación de los menores de 17 año, embarazadas, impedidos físicos, personal que residan en lugares amenazados y de mayor vulnerabilidad, ante el paso u ocurrencia de los diferentes fenómenos que pueden causar un desastre.

La evacuación se planifica en dos modalidades: inducida y concertada:

Inducida, que tiene como destino los territorios que han sido predeterminados por las comisiones de evacuación.

Concertada, que tiene como destino los lugares de residencia de familiares o amigos seleccionados por las personas a evacuar.

Ambas deben ser debidamente conciliadas por los órganos de evacuación-recepción de los territorios que tendrán a su cargo esta misión. Los municipios y zonas de defensa que recepcionan evacuados por la modalidad inducida son determinados por cada consejo de defensa provincial y con el  Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil. 

La evacuación comprende tres momentos principales:

a) La organización y actualización permanente del registro de personas a

     evacuar y la preparación de los documentos de identificación.

b) El traslado de los evacuados hacia el destino seleccionado.

c) La inserción de  los evacuados en la vida política, económica y social de

    los   territorios que los reciban.

Protección de los recursos económicos y la infraestructura

Tiene como objetivo fundamental reducir el impacto de las situaciones de desastres.

Incluye las siguientes medidas:

Ø  Protección de sistemas, objetivos y recursos vitales.

Ø  Preservación de las plantas y su producción.

Ø  Preservación de la economía animal.

Ø  Evacuación de recursos materiales.

Ø  Protección de los patrimonios cultural, científico tecnológico y

    financiero.

Ø  Rehabilitación de la producción y los servicios.

La evacuación según el tipo de desastre

No obstante  lo expresado, es conveniente diferenciar la evacuación que se ejecuta ante la ocurrencia de desastres de efectos súbitos y aquellos de efectos progresivos; en el primer caso, la evacuación se realiza de forma urgente bajo fuertes efectos psicológicos que pudieran devenir en pánico, basta que se produzcan las primeras afectaciones o una señal de forma local para que las personas abandonen espontáneamente las áreas de peligro sin necesidad de una dirección inicial de los jefes de la Defensa Civil y por consiguiente, sin un trabajo previo de los órganos de evacuación, esto también condiciona la posibilidad de un regreso espontáneo y descontrolado de la población, pudiéndose mantener latente el peligro y sus consecuencias, por lo que  resulta de vital importancia asumir la  dirección de las acciones en el más breve plazo.

En el segundo caso, para una parte considerable de las personas que deben ser evacuadas no está clara la percepción de los peligros, por lo que en ocasiones existe predisposición y resistencia a la evacuación, lo que obliga a un serio y persistente trabajo de los órganos de evacuación.

Es recomendable  profundizar un tanto acerca de la clasificación que hemos hecho de los desastres. Nombramos desastres de efectos súbitos a los que se originan por los fenómenos naturales de difíciles pronósticos, accidentes químicos, radiológicos, con explosivos  y accidentes en medios de transporte; estos desastres a pesar de ser originados por causas diferentes  y provocar diferentes consecuencias  tienen como denominador común la sorpresa, el surgimiento y desenlace súbito, que obliga a una respuesta organizada y rápida. En este grupo debe prestarse especial atención a las consecuencias que pueden provocar los sismos de gran intensidad y las caídas de aeronaves.

En los desastres de efectos progresivos agrupamos  los  que se pudieran originar como consecuencias de fenómenos naturales cuya formación  y desarrollo se alcanza en un periodo de tiempo prolongado o relativamente prolongado, lo cual permite una respuesta  progresiva, en el caso que nos ocupa ser deben destacar los originados por ciclones tropicales, intensas lluvias e incendios de grandes proporciones en áreas rurales.

 Debe quedar claro que en ambos casos la evacuación de las personas y de los recursos de los centros educacionales es resultado de un proceso de planificación que  debe responder íntegramente a las exigencias referidas con anterioridad. En el caso de los desastres de efectos súbitos sujetos al factor sorpresa, se debe utilizar un lenguaje claro y conciso, de forma que se conozcan sin espacio a la duda, cuáles son las señales y los plazos para la salida de las áreas afectadas, los lugares  seleccionados para la ubicación de las personas evacuadas y  las normas de comportamiento para cada una de las situaciones que pudieran originarse, por lo que se impone una estrecha interrelación entre las personas que planifican y organizan y las que se prevén evacuar; estos aspectos contribuyen decisivamente para que no se produzca el abandono precipitado de las personas, evitando el desorden, la confusión, la inseguridad y obviamente su estado de indefensión.

Evacuación de estudiantes, profesores y del resto de la población personal en  caso de huracanes e intensas lluvias

Sin duda alguna, debemos detenernos en la evacuación del personal mencionado en ese caso, la cual constituye la más voluminosa de las concebidas en nuestro país, esto responde a que son los fenómenos de más recurrencia y de mayor peligro para una parte considerable de la población cubana vulnerable a sus efectos destructivos, por consiguiente, merece especial atención reflexionar con  profundidad acerca de la misma.

Esta evacuación se ha visto enriquecida por la experiencia de muchos años de trabajo de cuadros, dirigentes, especialistas y por la participación masiva de la población que ha brindado un valioso aporte. Sin embargo en ella concurren dos características a las que se le debe prestar atención; la primera es que se ordena desde el nivel central para un grupo de provincias a las que se les establece fase de alerta, sin perjuicio de que pudiera comenzar antes, a propuesta de algún territorio en particular, debido a condiciones específicas que así lo aconseje; la segunda es que suele contar con un adecuado margen para su  ejecución, desarrollándose en dos  fases, lo cual tiende a crear en los dirigentes que tienen a su cargo la dirección, un sentimiento de confiabilidad, que en ocasiones se constituye en desafío al  peligro.

De lo antes expresado se puede concluir que la evacuación en caso de huracanes e intensas lluvias debe responder a varias exigencias, entre ellas:

 §  Debe ser precedida de una puntualización  de las personas que serán evacuadas, tarea que debe desarrollarse en la fase informativa.

§  La ejecución debe hacerse de día aprovechando las condiciones meteorológicas y de visibilidad más favorables, evitando su realización bajo los efectos directos de estos fenómenos.

§  Debe ser diferenciada teniendo en cuenta las prioridades según  los riesgos.

§  Debe contar con un gran  apoyo movilizativo y persuasivo que trasmita sentimientos de confianza, seguridad y respeto.

Parámetros para la planificación y organización de la evacuación en caso de Huracanes e Intensas Lluvias

Es menester señalar que  la planificación de la evacuación debe regirse por algunos parámetros que constituyen la base para su organización y ejecución, estos parámetros contienen la estrategia para la dirección de las acciones, de ahí su importancia y su carácter  obligatorio. Entre ellos, pudiéramos citar: 

§  La evacuación debe ejecutarse cuando las condiciones meteorológicas aún permitan realizar las acciones con un margen de seguridad y debe hacerse en horas diurnas.

§  La evacuación de la población  debe comenzar en la fase de alerta, para esta fase debe tenerse en cuenta  un plazo de realización que no supere las dieciocho horas, mientras que en la fase de alarma el plazo se reduce a doce horas.

§  Debe establecerse el orden de evacuación por prioridades en correspondencia con la apreciación de riesgo, teniendo en cuenta entre otros aspectos,  las condiciones de inaccesibilidad  de  las vías de comunicaciones y posibilidad de incomunicación,  las áreas de inundaciones más  peligrosas y las edificaciones con mayor riesgo de derrumbe.

§  En la fase de alerta debe ejecutarse el mayor por ciento  de la evacuación, los estudiantes deben ser evacuados en esta fase y debe preverse  para la fase de alarma la menor cantidad de evacuados.

§  Las personas más vulnerables, entre ellas las mujeres embarazadas, los ancianos e impedidos físicos  que su estado de salud lo aconseje deben  ser evacuados hacia instituciones especializadas de salud u otras instalaciones previamente acordadas que reúnan las condiciones necesarias para su estancia y cuidado.

§  El transporte designado para trasladar a las personas debe reunir las condiciones técnicas y  de seguridad  necesarias que eviten la ocurrencia de accidentes.

Plan de reducción de desastres de los centros educacionales

Para la elaboración (actualización) de los planes de reducción de desastres se deben tener en cuenta las experiencias acumuladas durante la respuesta a situaciones de desastres, los recursos disponibles, el plan de desarrollo e inversiones y los documentos normativos y metodológicos vigentes.

La organización y planificación de las medidas de prevención dirigidas a la reducción de vulnerabilidades y los aseguramientos multilaterales de las mismas, que se incluyen en el Plan de Reducción de Desastres, debe estar compatibilizada e integrada al sistema de planificación de la economía a corto y mediano plazo.

Para la elaboración (actualización) de los planes de Reducción de Desastres en los territorios, debe atraerse a los grupos multidisciplinarios creados.

Al concluir la actualización de los planes, los principales cambios introducidos en los planes de reducción de desastres se envían al nivel superior, excepto en el nivel de zona de Defensa.

La educación en reducción de desastres y su expresión en la Seguridad Nacional de Cuba.

Las medidas de Defensa Civil relacionadas con la reducción de desastres, requiere de una sistemática, generalizada y diferenciada educación, capacitación, instrucción y superación, que contribuya al logro de una cultura en reducción de desastres, para los diversos peligros apreciados en nuestro país.” [1]

En 1976, según el Dr. C. Reimundo Quesada   Romero, se crea el Ministerio de Educación Superior y con éste  se extiende la red de universidades en Cuba a todas las provincias del País,  incluyéndose la  Preparación de Defensa Civil  en los  Planes  de estudio de las carreras de  la Educación Superior, la que tiene como estrategia principal la formación en el profesional de una cultura que le permita identificar los peligros, los riesgos y la vulnerabilidad  para la  reducción   de los desastres,   para que sea capaz,  de darle solución a las  tareas de la Defensa Civil desde su propio perfil profesional en tiempo de paz y en situaciones excepcionales; por tanto esto forma parte de  su  formación integral,  lo que se refleja  en sus conocimientos, habilidades,  valores, respeto y reconocimiento a nuestra identidad nacional, cuidado del medio ambiente, y la organización del país en la reducción de  los desastres; lo que se expresa además,  con la universalización de la educación superior y el modelo de formación  de la nueva universidad cubana  a todos los municipios del País ,  concepción que adquiere mayor importancia, dados los cambios climáticos y las situaciones de desastres a los que se enfrenta la humanidad”[2].

Se produce un salto de calidad en la preparación de los estudiantes en las universidades para la reducción de los desastres en la década de los 90' con la incorporación de Cuba al Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales (DIRDN), y con la incorporación del Ministerio de Educación Superior (MES) y otras instituciones académicas, científicas y otros Organismos de la Administración Central del Estado (OACE) al Comité Nacional para la Reducción de los Desastres Naturales de la República de Cuba.

    Aspectos comunes que están  incluidos en todas las carreras.

1.    Papel y objetivos de la Defensa Civil, organización y dirección en tiempo de    paz, en situaciones excepcionales y en caso de desastres.

2.    Misiones de la Defensa Civil, medidas para la protección de la población y la economía; normas de conducta a seguir para su  protección. Papel de la protección especial.

3.    Objetivos y particularidades del sistema de defensa civil. Estabilidad del trabajo en los objetivos económicos.

4.    Direcciones principales de preparación de la defensa civil por categoría del personal, acciones y normas de conducta de carácter general ante situaciones específicas. Consecuencias para el país de algunos tipos de desastres sus características principales, fases que se establecen medidas que se toman. Medidas generales de protección.

5.    Trabajos de rescate y salvamento. Evacuación de la población. Trabajo de reparación urgente de avería.

6.    Objetivos con peligro químico y productos tóxicos. Medidas generales de protección. Tipos de afectación que pueden presentarse, programas de emergencia factible de adoptar. Plan de reducción de desastres de una entidad.

En los temas de Defensa Civil contemplados en el Programa de Seguridad Nacional se incluyen las siguientes temáticas:

§  Concepto de Desastre. Principales factores causales de desastres.

§  Clasificación de los Desastres.

§  Medidas de Defensa Civil en caso de desastres.

§  Etapas y secuencia del manejo de los desastres.

§  Fases que se establecen por tipos de peligros. (en lo fundamental lo relacionados con los ciclones, intensas lluvias, sustancias peligrosas, derrames de hidrocarburos, y las medidas que se deben adoptar en cada una de las etapas).

§  Características generales de los principales tipos de desastres de origen natural, sanitarios y tecnológicos.

§  Principales medidas de protección para contrarrestarlos.

§  Planificación para la reducción de los  desastres.

§  Metodología de la elaboración del Plan de Reducción de Desastres.

§  Fuerzas y medios que existen en el sistema defensivo territorial para combatir los desastres.

Para darle cumplimiento a la estrategia para la formación de los estudiantes en los aspectos de la defensa civil con énfasis en los desastres; esta se expresa en los  elementos sustantivos de la educación superior que son:

a)    La formación académica

b)    La investigación

c)    La extensión

Formación Académica:

En la formación académica de pregrado el diseño curricular de cada carrera  está integrado al perfil profesional, el sistema de conocimiento que le permite  evaluar , diagnosticar , interpretar, fundamentar y ejecutar  las actividades  y acciones en  las diferentes situaciones que se presenten en el campo de su profesión , para ello recibe  contenidos que son comunes a todas las profesiones  y otros propios de su  perfil profesional que constituyen el soporte científico técnico , social y pedagógicos en correspondencia con su modo de actuación , lo que debe reflejarse en la reducción de los desastres, la  protección de la población y la economía,  donde realiza sus actividades en las diferentes situaciones excepcionales o de contingencias; para ello recibe entre otros los siguientes:

La formación académica de nuestros estudiantes y la capacitación de los recursos humanos en materia de reducción de desastres ha buscado resolver los problemas planteados de la siguiente manera:

Ø  Diseño de Programas de Disciplina y Asignaturas que se correspondan con las estrategias internacionales y nacionales de reducción de los desastres, para que  proporcionen una mayor competencia profesional.

Ø  Concepción del diseño de disciplina flexible, capaz de adaptarse a las necesidades regionales y locales que la reducción de desastres impone a una comunidad por los peligros o amenazas en ellas identificados, así como de asimilar nuevos enfoques, concepciones, conocimientos, tecnologías (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones-TIC) y herramientas de utilidad en el manejo de desastres (análisis de riesgos, matrices tridimensionales y otras para la toma de decisiones).

Ø  Diseños de asignatura que requieran el empleo de métodos activos de enseñanza (Estudios de Casos, Simulacros de Gabinete o similares) y prioricen el trabajo independiente de los estudiantes sobre los métodos de enseñanza con predominio de actividades presenciales (uso de herramientas digitales, modalidad de educación a distancia y otras).

Trabajo Investigativo:

Elaboración de proyectos de ciencia e innovación tecnológica  que se encaminen a resolver problemas de la ciencia y la técnica que la reducción de desastres  requiera (análisis de riesgos de presentación de enfermedades emergentes que afecten a los animales y al hombre, emergencias provocadas por sustancias peligrosas e impacto sanitario de los peligros naturales, entre otros) y que su ejecución involucre a profesionales y estudiantes de las profesiones agropecuarias.

Acciones de Extensionismo Universitario:

La universidad debe tener su impacto en la reducción de los desastres, tanto a escala nacional como local, especialmente en la comunidad donde está ubicada o donde los resultados de las investigaciones o de la superación profesional sean aplicados.

El proceso de enseñanza aprendizaje debe brindar entre sus resultados,  profesionales capaces de resolver los problemas de reducción de desastres de determinadas comunidades.

La generalización de resultados de investigación con la vinculación de estudiantes influye en los actores sociales que en una comunidad se involucran a la reducción de desastres, porque incrementan el nivel de percepción de riesgos de desastres en una comunidad, así como el grado de cultura de prevención a alcanzar por esa comunidad.

También la universidad se puede vincular a otros proyectos nacionales o  comunitarios educativos, productivos, de capacitación, de protección del medio ambiente o específicos de reducción de desastres.



[1] Consejo de Defensa Nacional de Cuba. Directiva  No. 1 del Vicepresidente del Consejo de Defensa Nacional para la planificación, organización y preparación del país para las situaciones de desastres: Ciudad de la Habana, Cuba;  2005.

[2] Sistema de Defensa Civil con énfasis en la  reducción de desastres   en los Planes y  programas de estudios  de la Educación Superior en Cuba. Colectivo de autores bajo la dirección del Coronel, Dr.C. Reimundo Quesada Romero.