Cinco jóvenes cubanos fueron injustamente sentenciados a largas condenas el 12 de septiembre de 1998, por el delito de combatir el terrorismo contrarrevolucionario en un país cuyo gobierno se proclama hipócritamente como el paradigma del antiterrorismo. El juicio desarrollado en Miami, como se ha demostrado reiteradamente, fue parcializado e influido por el odio político de la reacción, no por la justicia. Este hecho se  convirtió en una manifestación de solidaridad   internacional mediante diferentes vías y formas, para la campaña por la liberación de los cinco héroes cubanos.  
 
Como parte de una rotunda victoria popular el 17 de diciembre de 2014 fueron liberados los tres luchadores antiterroristas que aún permanecían en cárceles norteamericanas. Es anunciado por parte del Presidente de los Consejos de Estados y de Ministros de Cuba, Raúl Castro Ruz, el reconocimiento del gobierno norteamericano del fracaso de su política hostil y del aislamiento a la Revolución Cubana por más de medio siglo y la apertura de una nueva etapa de restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos gobiernos.

Cuyas relaciones para que puedan normalizarse debe eliminarse el bloqueo económico, devolverse la Base Naval de Guántanamo, cesar las transmisiones de Radio y Televisión contra Cuba, eliminarse la Ley de Ajuste Cubano, compensarse a las víctimas y los familiares de los actos terroristas contra Cuba, dejar de realizar actividades subversivas contra la Isla como las de Piramideo, Zunzuneo, las Damas de Blanco,  entre otras.